Lluvia

Te encuentro tendida en la nada como un rascacielos. Y no dejo de pensar, que aun sin haberte conocido , aún sin siquiera habernos besado. Daría todo por esos ojos negros. Me tenes atada entre cielo y tierra, y a pesar de todo, no puedo dejarte ir. Porque en las montañas de tu pecho, en el amanecer de tu pelo. Me pude encontrar. Y no puedo hacer otra cosa que agradecerte, por aparecer en mi vida en forma de lluvia, para calarme cada uno de los huesos.

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