Almas perdidas

Tal vez seamos solo el viento que va consumiendo de a poco los cigarrillos encendidos. O tal vez, seamos la luz amarilla de los semáforos, a la espera de que avancen despacio sobre nuestros cuerpos,  anhelando que dejen su huella, que marquen nuestra acera helada. O tal vez somos solo almas, expectantes a que alguien nos ame. Que alguien rece por nosotros. Que alguien muera en el intento. 

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