No niego que puede ser que las nubes estén hechas tan solo de cartón. Que no exista un más alla, y que nos tengamos que remitir tan solo a este presente concreto, a este mundo sin hasta donde. Que tal vez los te quiero sé tornen aburridos, que tal vez la monotonía nos gane está mano. Lo único de lo que puedo asegurarme, amor mío, es que el infinito lo veo tan solo en tus ojos. Y que se me agota lo escéptica cuando me encuentro en tus brazos. Probablemente me cansé de este universo rutinario pero para entonces sabré, que el camino hacia mi hogar siempre va a ser por la ruta de tu piel

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Hablarle a la nada

S

Ojala haga frio